viernes, 15 de marzo de 2024

Guiños hacia "El principito" en la obra de "El niño, el topo, el zorro y el caballo" de Charlie Mackesy

Tinta, acuarela y curvilíneos trazos sueltos de 4 amigos que caminan hacia la esperanza, la amistad y el amor...



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Estamos ante un escritor¹o que muestra debilidades por la acuarela de trapo.

domingo, 4 de febrero de 2024

El sentido


Espero una golondrina 

y su vuelo de estela negra.

Una línea marcada en el aire

confirma la trepidante vida efímera.

Pero, ¿no es acaso eso lo que anhelamos?:

La vida bien viva,

de intensidades, con sus sonrisas o 

desprecios, en una necesidad del sentir.

La hoja cae al son de la gravedad.

Su curva deliciosa movida por el viento

no hace sino dibujar la belleza.

Una escondida trascendencia del tiempo.

El goteo incesante de luz inunda el espacio. 

en un oro que toca los muros, 

en cuyo resplandor se ocultan siluetas,

y son esas sombras las que forman la

 estética quebrada y dulce de una mañana

de domingo.

La paleta azulada se amplía y se abre como

un abanico, solo falta trazar, como 

hará la brumosa nube de los falsos pájaros

 que revolotean sin cesar el cielo de 

cualquier lugar.

Sin el destello del brio natural de 

un ser, de una realidad, de una vida,

aún siendo corta, es nostálgicamente menos

 bella.

Vuela el sueño en un subconsciente cargado 

de poéticas miradas y búsqueda del amor.

Se alimenta del paisaje que ofrece 

la gran pantalla (de la vida) como aquel 

escondido en la profunda capa humana.



viernes, 10 de diciembre de 2021

Retazos de la nada, del hoy y del ser

Un soplo sonoro me despierta de la nada, levitación mental en un estado de frenesí intelectual, no puedo echar el ancla y frenar aquella inercia.

Deseo de palabra en la oscuridad, donde todo cobra sentido. Reposo del dócil ser, habitado por virus impetuosos se alejan con la oportunidad del mañana en una necesidad palpitante, llamada amor -a la locura y a la vida-

Aún deambulo lastrando mi cuerpo, es el páramo lánguido que está frente a mí, pero, se esfuma, porque no es mi cobijo.

Ocaso, aléjate, no te necesito de momento, ¿no será un sueño que me atrapa?, perturba el quejido onírico por el que huyo y me arrastro al parnaso de las músicas celestiales, aquellas que me detienen para ver la cumbre.

Sí, subo aún descalzo pero con alma, subo derretido pero con rostro dorado, subo debilitado pero con esperanza, subo, subo y volveré a subir, en una difusa pero luminosa vida.

sábado, 17 de abril de 2021

Secuelas romanas por España

 


Segóbriga es paseo, historia, patrimonio, campos de Castilla, sosiego y paz, pero, hace 2500 años corría un bullicio por sus calles, rugía el agua que bajaba por su acueducto canalizado desde el vecino pueblo Saelices.

El yeso traslúcido fue su pilar, pero no faltó la agricultura y ganadería entre la minería potente. Roma impulsó este poblado celtíbero en origen y su anfiteatro y teatro bien conservados se presentan ante un previo camino bordeado de árboles y ruinas, por las que se respira lo que llegó a ser esta población que tuvo probablemente una gran personalidad, Agripina la mayor, hija de Marco Agripa y madre del emperador Caligula....Un paseo decadente con tintes románticos y milenario, entre piedras que parecen querer hablar de su antigüedad. 

domingo, 24 de enero de 2021

Falgas seguirá pintando


 Un ilustre murciano ha puesto fin a su andadura entre las tinieblas del Covid, pero estoy seguro que la luz que proyectaba, genera tal luminosidad y vitalidad que hace resistir entre nosotros su espíritu joven y soñador, aunque cabalgue a otros mundos en esta desoladora noticia. 

Una dilatada vida de pincel, de óleos y acuarelas, de viajes y conocimiento, que hicieron de él un caballero de los que hay pocos, "el último dandy de una era".

Su talante superaba al artista, como persona culta, dada al diálogo, proclive al pensamiento y de alma bohemia.

Le cautivaron los paisajes, las tradiciones murcianas y los retratos. Los lugares que visitó fueron plasmados con sosiego y depurada paz, por lo que transmiten calma en su visión figurativa. Un pintor formado entre Murcia, Madrid y el Mundo.

Sus retratos obtuvieron fama y la profundidad de los mismos sobrecogía, pero, me quedo con el humanista y los paisajes que tienen la huella certera de su personalidad. 

PAISAJES de reflexión, contemplación, de vacíos, brisas y Mediterráneo.

Seguro, esté dónde esté, seguirá pintando como hizo desde muy joven con su mirada afilada y estudiosa, que nunca perdió. Un semblante conservado hasta la vejez, al igual que su inseparable bigote y elegantes formas, propias de lo que era, un galán y entusiasta de la vida, canalizada en la escritura y sobre todo el pincel, que con magistral sensibilidad y mirada ante la vida pone fin a una generación de indudables maestros de la pintura del siglo XX murciana, con los que tuvo trato, como Luis Garay o Gómez Cano. 

¡Buen viaje querido Falgas!

lunes, 11 de enero de 2021

RETAZOS PANDÉMICOS


 No me atrevo ni por dónde empezar, porque la tensión que respira el mundo desde marzo nos ha hecho tan irascibles que cualquier comentario con buena o mala pretensión entra en la vorágine de los Social Media dispuesto a ser devorado, aplastado, cuestionado, prejuiciado con saña por un sector que no sabe hacia dónde ir y demuestra lo que Hobbes en el Leviatán decía, extraído 2200 años antes en Plauto, que el "el hombres es un lobo para el hombre" y el prójimo es vigilado y envidiado.

Como humanista de sentir hondo, me siento que debo lanzar esta reflexión, que, sin duda, tendrá en aquellos "pseudomaquiavélicos", supuestos humanos con sed de venganza en este estado pandémico, un motivo para relinchar, espolear e incitar a las armas.

Otros pensadores han opinado sobre la humanidad, en este caso Miguel de Unamuno en "Del sentimiento trágico de la vida" el cual afirma en 1913 que "el hombre es un animal esencial y sustancialmente enfermo", pero, quiero pensar que no es la regla.

La situación compleja que casi dominan políticos, economistas o epidemiólogos, no deja un resquicio a un pensar lento y silencioso de si esta humanidad camina hacia su autodestrucción, o por contra, los gestos de ayuda, de bondad, superan a esta malintencionada sociedad a la que aquí critico.

Estoy hablando de los que no pueden soportar ni un ápice feliz del prójimo, y no hablo de los que están en la cuerda floja en sus trabajos, sufren ERTE, etc., me refiero a una gran parte de españoles que conservan sus trabajos y no tienen problemas a fin de mes, pero, su propósito es ser "pseudomaquiavélicos". 

En otro sentir, me consta que cumplen las normas y protocolos que dicta Sanidad y Gobierno muchas personas ejemplares, y que están respondiendo desde marzo con las medidas aconsejadas (desde mascarilla, hasta estar con personas exclusivamente de su entorno, etc.), y que se ven abocadas a más restricciones porque otros tantos se niegan a que esto sea más llevadero. 

Pero, ya sean unos u otros, los ejemplares y los que no, se encuentra entre ellos los que se ciernen sin escrúpulos contra todo. Uno no puede indicar en estos tiempos en Redes, dónde se puede ver la nieve, dónde existe una buena cafetería, a qué parque pueden ir los niños, etc., porque el mundo te contratacará. La sin razón domina, el rugir enfermizo del "qué estás haciendo" o "dónde vas" es una constante. Una vigilancia hacia el que se dirige a una escapada a la playa o al monte a pasear con la familia, al que quiere comprar en el hipermercado del municipio de al lado aunque esté junto a tu trabajo, o al que quiere pasear con su bici por una carretera comarcal si poner en peligro ni a las hormigas. Todo se ve con malos ojos y todo es abominable por aquellos que lo mismo acuden al Centro Comercial en hora punta, aunque no hace falta que lo hagan, porque el mal ya está hecho. 

Quieren la infelicidad mundial, no soportan ver cómo existen personas que intentan buscar una brizna de felicidad sin perjudicar a nadie. Tampoco son admisibles todos los casos de confinamiento por igual con esas limitaciones perimetrales, las cuales pueden estar dañando más la salud mental a gente que esta nueva enfermedad en ciertos lugares. No puede ser que existan municipios sin zonas verdes y, a escasos cientos de metros de tu hogar los haya y sea de otro municipio y no puedas alejarte a respirar algo de oxígeno, y, por contra, debas aguantar este atentado contra la salud de lunes a lunes entre polución o partículas tóxicas.

Deberíamos aproximarnos a Confucio cuando habla del hombre noble, de equilibrio y tranquilo, porque ante cualquier cosa que hagas sin perjuicio de nadie, la sociedad salvaje te destripa y la haces enfurecer. La tensión, la poca fraternidad hasta para soportar una fila ordenada y distanciada en supermercados, descarga un malestar y pesar que aboca a odios inexistentes antes de lo pandémico.

A lo mejor debemos meditar más como recoge Pablo d' Ors para limitarnos a vivir, dejando los artificios diarios como lecturas, hablar tanto, viajar y entretenimientos varios, para disfrutar de la verdadera vida que está detrás de esa. Bertrand Russel decía que los elementos de la felicidad son simples, pero la civilización parece haber equivocado el camino, y, más, desde que lo pandémico y los seres pseudomaquiavélicos viven para amedrentar y atosigar en grupos y Redes, a modo de querer lo catastrófico, disfrutar de los casos positivos con un "te lo dije" "os lo merecéis", etc.

Rencores, celos y envidias de quién está confinado, y aunque no lo estés (y puedas ir a otra población que tampoco lo está), ten por seguro que como lo hagas, no te vas a librar del aplastamiento de estos seres que no quieren el bien ajeno o su disfrute. Si ellos están dolidos, el mundo debe estarlo acompañándolos.

Acabando, la felicidad está más cara que nunca, el alineamiento humano es mayor, y los pseudomaquivélicos campan a sus anchas como grandes voyeurs de lo que acontece para abrir la guadaña y no dejar tranquila la felicidad, una prioridad humana.

Unos meses oscuros que no han acabado, y no por la triste situación de fallecidos, colapso de hospitales o la mella en familias, sino, porque el mal impera y quieren arrastrarnos para regocijo de los que reman contra la bondad, la educación, el afecto, la ayuda, la empatía, la buena voluntad, el justo, la dignidad, etc. a la deriva muchas de estas palabras desde marzo de 2020.


martes, 6 de octubre de 2020

Reticulismo en Charris




 El pintor cartagenero Charris expone hasta el 25 de octubre en el histórico contenedor columnado del Almud un canto al paisaje, algo que me une desde que indagué en mi tesis por esos territorios murcianos de uno de los grandes géneros de la pintura: el paisaje.

Charris avanza en un desarrollado puntillismo y neometafísicos espacios naturales hacia un nuevo concepto que bautizamos como "reticulismo", asociado a sus tejidos de red vertebrados en playas, árboles o nubes flotantes, cuya maraña articulada genera una poética paisajística de opuestos, entre los interiores extremeños llenos de trashumancia y  extensas colinas frente al mar, rocas e islas murcianas. Cromatismo brillante en composición de saturadas luces se unen en cierta expresividad nostálgica y alegre al mismo tiempo. 

Pintura total, de color y composiciones casi naif, pero desde otra óptica, la de un pintor sabedor de crear una misma línea entre naturalezas distintas y cuya innovación reticuliana es latente por ese amor a la pintura en sí misma y el conocimiento de la naturaleza que retrata. Una proximidad que sumerge al creador en su propio marasmo tonal sustentado por líneas horizontales curvas o verticales; línea, -ese punto que se va a caminar- como decía Paul Klee es la base de lo que aplicará como un tejedor del color descendiente de Aracne, el cual no puede ser mejor conector con la tierra y el mar. Una pareja de baile que danza entre columnas murcianas, y creo, no pueden dejar de acercarse por ser "reticomendable".